Silencio, estruendo y devoción: Mequinenza vive un Jueves Santo cargado de simbolismo

La Procesión del prendimiento, la procesión del “Poble”, y la Rompida de la Hora han marcado la celebración.

La Semana Santa de Mequinenza volvió a reunir a vecinos y visitantes en una de sus jornadas más emblemáticas: el Jueves Santo. Una fecha marcada por la emoción, la tradición y el profundo simbolismo que envuelve cada uno de sus actos litúrgicos y populares que combinan recogimiento, silencio, estruendo y devoción.

Uno de los momentos más esperados es la Rompida de la Hora, que tuvo lugar a medianoche en la plaza del Ayuntamiento. Antonio Sanjuán, alcalde de Mequinenza, acompañado Débora Bravo, concejal de urbanismo y servicios, y  de Manel Molina, Hermano Mayor, de la Cofradía de Santa Agatoclia ha sido el encargado de dar los tres toques con los que los cofrades rompían con el silencio para dar paso al estruendo en un acto cargado de simbolismo, que representa el momento exacto en el que Jesús muere en la Cruz.

Previamente se había celebrado la eucaristía de la “Cena del Señor” y la Procesión del Prendimiento, la procesión del “Poble”, en la que se recrea el momento en que Jesús es arrestado en el Huerto de los Olivos, tras ser traicionado por Judas. Ha contado con la participación de los niños y niñas de Comunión, las comisiones de San Blas y Santa Águeda y la Asociación de la Mujer Mequinenzana “La Dona” que ha portado las imágenes “El Nazareno”, “La Soledad” y “La Dolorosa” por las calles de la localidad acompañados por la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía.

El Viernes Santo, a las 11 de la mañana en la Plaza Santa Agatoclia, frente a la Iglesia, se celebrará el Vía Crucis. Por la tarde a las 7 finalizarán las Guardias al Santísimo y comenzará la adoración de la Vera Cruz. A continuación, a las 10 y media de la noche, comenzará la Procesión del Santo Entierro que partirá desde la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.