El Festival de Artes Escénicas en la Calle llevó un año más la cultura al espacio público convirtiendo a la localidad en un gran escenario al aire libre donde el público disfruto de cinco espectáculos que transformaron lo cotidiano en extraordinario.
El V Festival de Artes Escénicas en la Calle “A Sol y Serena” de Mequinenza estuvo marcado por las altas temperaturas, que obligaron a modificar el plan inicial y cambiar la ubicación de uno de los espectáculos programados a un espacio más fresco. A pesar del calor el público respondió y los cinco espectáculos programados en dos jornadas repartidos por diferentes espacios públicos de la localidad registraron una muy buena entrada.
El ajuste horario realizado, la principal novedad de la edición 2025, programando todos los espectáculos en horario de tarde, aprovechando la luz del día y el atardecer, funcionaron, especialmente en lo que al número de espectadores se refiere con una asistencia más establle, reflejando un interés constante. En lo que a propuestas se refiere, el Ayuntamiento de Mequinenza, organizador del certamen, mantuvo el pasacalle inaugural, apostó por el humor y también por la danza contemporánea, aderezada con acrobacias y memoria tuvo, como una manera de acercar géneros menos programados al público.
La primera jornada del “A Sol y Serena” de 2025 arrancaba con una fría propuesta para una tarde calurosa de la mano de Scura Produccions. La tribu inuir “Anorak” acompañada de un mamut gigante, su bebé y un oso polar llenó las calles de la localidad de juegos, música, bailes y mucha diversión. Paco Panjabi, en el Patio de Colegio María Quintana, abrió los chakras del público que coprotagonizó una peculiar clase de yoga.
Las previsiones de temperatura llevaron a la organización a modificar la ubicación de la primera de las actuaciones de la segunda jornada de Festival. El Capitán Spriki aprovechó todos sus “casi” súper poderes para trasladarse del recinto de las Piscinas Municipales al Paseo Fluvial donde, además de estar más fresquito, creó conciencia ambiental y se enfrentó al mayor villano de nuestro tiempo: la contaminación, convirtiéndose en nuestro superhéroe de confianza.
La acción, tras las heroicidades del Capitán Spriki, se trasladó a la Pista Roja con un espectáculo en el que la jota se subió a la cuerda floja y el circo se puso el cachirulo. Una propuesta de la compañía Monopájaro Verde que aterrizó en la Pista Roja con su “Circo Jotero”, en el que madre e hijo se encontraron y enfrentaron en el escenario, con intento de ligue incluido, ella con la jota en la sangre y él con el circo en las venas.
“A Sol y Serena” se despedía con una propuesta que mezclaba danza contemporánea, acrobacias y memoria, un homenaje poético y poderoso, al atardecer, a las mujeres del mundo rural a cargo de la compañía vasca Mala Brigo y su espectáculo “De algodón y caucho”. Una coreografía sobre la resistencia silenciosa de tantas mujeres que sostuvieron, y siguen sosteniendo, el mundo con sus manos.
Un año más, el Festival, convirtió Mequinenza en un gran escenario al aire libre, acercando propuestas culturales de calidad al medio rural. “A Sol y Serena” es una apuesta decidida por la cultura en el espacio público, por el acceso libre y la creación contemporánea, por el arte que emociona y hace pensar. Desde el Ayuntamiento de Mequinenza se valora muy positivamente la acogida de esta quinta edición, así como el compromiso del público y el trabajo de todas las compañías participantes.