El Western “Dos balas para el diablo”, con dos premios, junto con “ El peor oficio del mundo”, “Juanita”, “Blow!” y “El Rayo” triunfan en el X Festival Internacional de Cine de Mequinenza

El jurado ha entregado 5 menciones especiales a Neus Ballús, mejor dirección, Sylvia Majo y Pablo Scapigliati, mejores actores, Jesse Bronstein, mejor dirección de fotografía, y mención especial del jurado para Joana Moya por “Todo lo cubre la sal”.

El X Mequinenza International Film Festival (MIFF), declarado Actividad de Interés Turístico de Aragón, cerró anoche su décima edición con la entrega de premios en la Sala Goya, tras tres días de cine en torno a la memoria, la identidad y el agua como ejes temáticos. Además el Certamen ha sido escogido por la Academia Artes y las Ciencias Cinematográficas de España como Festival Seleccionador para los Premios Goya, reafirma así su relevancia en el panorama cinematográfico aragonés y nacional.

La gran triunfadora de la noche fue “Dos balas para el diablo”, dirigida por Manuel Olaya (España), un corto que evoca el western clásico mátgs emocional y ético del género. La obra se alzó con dos “Silucam”, la emblemática estatuilla del Festival —una criatura mística mitad siluro y mitad cámara de cine que simboliza la identidad del MIFF—: al Mejor Western y Premio del Público “Antonio Blas”. Un doble reconocimiento que reafirma la conexión de la película tanto con el jurado y los especialistas como con los espectadores.

El premio al Mejor Cortometraje Aragonés, que fue para “El peor oficio del mundo”, dirigido por Luis Larrodera, un trabajo que pone de manifiesto la solidez y la proyección del cine aragonés. La Mejor Ficción fue para “Juanita”, dirigida por Karen Joaquín y Uliane Tatit (España), por la fuerza narrativa y la sensibilidad de una historia que conecta emoción y memoria colectiva.

 

El galardón al Mejor Documental, premio Aragón TV, recayó en “Blow!”, de Neus Ballús (España), una pieza que convierte el sonido y el silencio en experiencia cinematográfica de gran sutileza y fuerza poética. El premio al Mejor Cortometraje de Animación fue para “El Rayo”, realizado por Mathieu D’Antoni, Quentin Dorne, Antonin Flachat-Berne, Hippolyte Foucher, Briag Gueho, Lisa Lecoq, Nina Stanislas y Marie Yver de la Bruchollerie (Francia), por su originalidad plástica y la potencia visual de su propuesta.

Además de los premios principales, el jurado del X Mequinenza International Film Festival quiso destacar el talento y la calidad artística de varias obras y profesionales otorgando cinco menciones especiales. Estos reconocimientos subrayan la diversidad de miradas y lenguajes que han formado parte de la programación y refuerzan el carácter plural y abierto del certamen.

El galardón a la Mejor Dirección recayó en “Blow!”, de Neus Ballús, por la sutileza y la fuerza poética con la que consigue transformar el sonido y el silencio en un verdadero lenguaje cinematográfico. La Mejor Actriz fue Sylvia Majo, por su papel en “Ovejas y Lobos”. Su interpretación, llena de matices, transmite con gran expresividad el dolor y la resiliencia de una madre, logrando una actuación que conecta profundamente con el espectador. En la categoría de Mejor Actor, el reconocimiento fue para Pablo Scapigliati por su papel en “Nens”. El jurado valoró la honestidad y la contención de una interpretación que, con gran sensibilidad, transmite tanto la fragilidad como la fuerza de su personaje.

La Mejor Dirección de Fotografía fue para Jesse Bronstein, por “Ovejas y lobos”, gracias a una propuesta visual de gran potencia poética que construye una paleta cromática inspirada en los paisajes andinos. Su trabajo no solo enmarca la historia, sino que la potencia al reflejar con sensibilidad la belleza natural y la dureza del contexto. Finalmente, la Mención Especial del Jurado fue para “Todo lo cubre la sal”, dirigido por Joana Moya, por el desarrollo de un singular lenguaje poético en el retrato documental de las mujeres rederas de la costa vasca, ofreciendo una mirada íntima y poderosa a un oficio tradicional con gran carga simbólica.

 

Una décima edición del Festival Internacional de Cine de Mequinenza que marca el inicio de una nueva etapa después de que Javier Rodes, director del Festival en su década de vida, anunciara que dejaba la dirección del Certamen “doy un paso atrás, pero continuaré dando apoyo”, recordaba que un Festival es un “esfuerzo colectivo” y aseguraba que “el cine, igual que los ríos que nos rodean, siembre encuentran nuevas maneras de avanzar”.

Antonio Sanjuán, alcalde de Mequinenza, en la ceremonia de clausura, en la que participaron Darío Vidallet, concejal de cultura y patrimonio, Sheila Abella, concejal de turismo y desarrollo, y Enrique Novials, en representación del jurado internacional, agradeció a Rodes el trabajo realizado en estos diez años de una propuesta que nació “como un sueño de hacer de  Mequinenza un lugar donde el cine encontrara la inspiración en el agua, un elemento que significado vida y muerte para nosotros y que  ha marcado nuestra historia más reciente”.

Destacó el nivel alcanzado por el Festival y subrayaba que “aunque las personas no permanezcamos, el Festival tiene que seguir creciendo, tenemos que poder seguir diciendo con orgullo que es un referente internacional”. Asimismo, trasladó la enhorabuena a los premiados y un agradecimiento sincero a los cineastas por su trabajo, al público por mantener vivo el espíritu del certamen y a todas las personas y entidades que lo hacen posible: el equipo organizador, el jurado, los voluntarios, los patrocinadores, las instituciones y las entidades colaboradoras.

Con esta edición, el MIFF celebra una década de trayectoria, consolidándose como un punto de encuentro internacional para el cortometraje, con una programación que en 2025 ha reunido obras de más de una docena de países y que reafirma a Mequinenza como confluencia de cultura, memoria, cine y agua.