El Mequinenza International Film Festival (MIFF), incluido en la recién creada Red de Festivales y Muestras de Cine de Aragón ARA FILM FEST,cerraba el pasado 30 de junio el plazo para presentar cortometrajes a concurso para le edición 2023, que se celebrará en la Sala Goya del 31 de agosto al 3 de septiembre. La cifra de obras presentadas alcanza las 3.166, cifra inferior a la registrada en la edición del año pasado motivada, con toda probabilidad, a la reducción del plazo para poder participar. Una de las cuestiones que se decidió modificar ante la dificultad del tiempo del que se disponía para visualizar el total de las obras presentadas.
La mitad de las propuestas presentadas, 1.604, se corresponde al género de ficción seguidas del de animación, con 851, y del documental, con 671. En cuanto al género western y la recientemente creada categoría Río Bravo, que se estrenará esta octava edición, se han presentado 25 cortometrajes a concurso mientras que en la sección Panorama Aragonés, en su cuarta convocatoria, alcanza los 15.
Las obras presentadas a concurso se distribuyen en un total de 121 nacionalidades, siendo la española la que mayor número de propuestas presenta a concurso con 294 seguida de Brasil y Estados Unidos con 235 y 188 respectivamente. Destaca, por la cifra, las propuestas de Francia, Italia y Reino Unido así como las llegadas de destinos tan distantes como Japón, Sudáfrica, Nueva Zelanda o Islandia.
Los cortometrajes finalistas, que se darán a conocer a principios del mes de agosto, optaran a los seis premios en metálico, mejor ficción, mejor documental, mejor animación, mejor cortometraje aragonés, mejor western y premio del público “Antonio Blas”, dotados con 200 euros en metálico cada uno de ellos y la estatuilla del certamen el “Silucam”. Además, por primera vez, se entregarán menciones a mejor director, mejor fotografía, mejor actor, mejor actriz y mejor dirección artística.
Las producciones, tal y como se indica en la bases del concurso, no pueden superar los 20 minutos de duración y deben estar relacionadas con el agua, por su estrecha relación con el municipio. Un elemento que refuerza el gran potencial de la localidad como destino de turismo fluvial y ornitológico, por la confluencia de los ríos Cinca, Segre y Ebro; el Aiguabarreig, y las dos grandes masas de agua que bañan el término municipal: los embalses de Mequinenza y Riba-roja, donde se practican deportes como la pesca, el remo, el piragüismo o el triatlón.