Antonio Sanjuán, alcalde de Mequinenza y presidente de la Fundación, reivindicó en el acto de entrega la figura del mequinenzano Joaquín Torres como ejemplo de visión y generosidad, subrayando que la educación sigue siendo la herramienta esencial para construir una sociedad más justa y preparada.
La Sala Goya acogía un año más el acto de entrega de las XXXI Becas de la Fundación Joaquín Torres correspondientes a la convocatoria de 2024. Del total de 32 solicitudes remitidas se otorgaron de 29, tras un exhaustivo proceso de evaluación y verificación de requisitos por un importe de 17.400 euros. Del total de becados 6 ya han finalizado sus estudios.
El objetivo de estas ayudas, que se nutren de una generosa donación de este mequinenzano que hizo fortuna en Latinoamérica en el mundo editorial y que quiso devolver a su localidad natal parte de lo que la vida le había dado, es contribuir a paliar los gastos de los estudios universitarios y fomentar el acceso a la educación como herramienta esencial para el desarrollo personal y colectivo.
Durante su intervención, el alcalde de Mequinenza y presidente de la Fundación, Antonio Sanjuán, reivindicó la figura de Joaquín Torres como ejemplo de visión y generosidad. “Estas becas no solo representan un apoyo económico, sino también un compromiso con la educación como motor de cambio social. El esfuerzo que demostráis hoy es el mejor homenaje al legado de Joaquín Torres”, subrayó.
Sanjuán quiso también reconocer el papel fundamental de las familias en el éxito de los estudiantes y animó a los jóvenes a seguir formándose con ilusión y responsabilidad, “esta beca es un reconocimiento pero también tiene que ser un estímulo para continuar luchando por vuestro futuro”.
Los becados agradecían el gesto de Joaquín Torres “que nos ha echado una mano en nuestra formación sin conocernos confiando en nuestro futuro”, la labor de la Fundación y el apoyo incondicional de las familias. Compartieron el punto en el que se encuentran en sus entudios y sus planes de futuro a las puertas de su incorporación al mercado laboral. En el anecdotario de las intervenciones uno vía audio de WhatsApp de una de las becadas, que no asistió al acto por motivos laborales, dando instrucciones a su padre del agradecimiento que debía dar en su nombre.
Desde su creación, la Fundación ha otorgado más de 790 becas, con una inversión cercana al millón de euros. Cada una de las becas entregadas este año tiene un valor de 600 euros, cifra que ha disminuido en los últimos años debido a diversos factores, como los efectos económicos de la pandemia y las guerras que han afectado al rendimiento económico de los fondos de los que se nutren las becas.
Un descenso en el importe de las becas concedidas que se compensó en ediciones anteriores con aportaciones del Ayuntamiento y de empresas locales pero que tiene causas más profundas referidas al estricto cumplimiento de los estatutos que la rigen y a la rigurosa normativa vigente que regula el funcionamiento de las fundaciones. El presidente de la entidad adelantó que la Fundación está trabajando, junto al Protectorado de Fundaciones del Gobierno de Aragón, para corregir la situación y asegurar la sostenibilidad de las ayudas en el futuro “para que vuelvan a estar a la altura del esfuerzo de nuestros estudiantes”.