El Consejo Comarcal del Bajo Cinca acordó, con la abstención del Partido Aragonés y de 2 consejeros del Partido Popular, solicitar al Gobierno de Aragón la declaración.
La Comarca del Bajo Cinca solicitará al Gobierno de Aragón que las Fiestas de San Blas y Santa Águeda de Mequinenza sean declaradas Fiestas de Interés Turístico en Aragón (FIT). El acuerdo salió adelante en la sesión del Consejo Comarcal celebrada ayer con los votos a favor de los grupos con representación salvo por la abstención del Partido Aragonés (PAR), por considerar que primero debería haberse aprobado en sesión plenaria en el Ayuntamiento de Mequinenza, y de 2 de los 8 consejeros del Partido Popular (PP).
Desde hace unos meses Comarca del Bajo Cinca, que se encarga de la tramitación, y Ayuntamiento de Mequinenza, junto con las comisiones de San Blas y Santa Águeda llevan trabajando estrechamente para recopilar los datos necesarios para que la declaración sea una realidad con la mayor brevedad posible. El objetivo es que el Gobierno autonómico pueda resolver antes de la celebración de las Fiestas, a principios de febrero de 2019, para que puedan promocionarse como Fiesta de Interés Turístico de Aragón en distintos foros.
Con esta iniciativa se pretende poner en valor la festividad, de la que se tiene constancia desde –al menos- hace 300 años, reforzando de esta manera su atractivo turístico. Se trata de una Fiesta muy arraigada y participativa que ha sufrido algunos cambios a lo largo de estos 3 siglos acentuados por el traslado, en la década de los 70, del antiguo núcleo urbano del municipio, el “Poble Vell”, al actual, por la construcción del embalse de Riba-roja.
Un punto de inflexión que hizo que la organización de la festividad de San Blas, que corría a cargo de los hombres, y la Santa Águeda, de las mujeres, haya pasado, en la actualidad, a manos las comisiones de San Blas y Santa Águeda, formadas exclusivamente por mujeres, como parte de la evolución de las Fiestas. Sí que se ha mantenido la tradición del diseño y la elaboración artesanal de espectaculares disfraces, incluso cuando existía prohibición en tiempos de la dictadura, como seña de identidad y referente en todo el Bajo Cinca. Auténticas obras de arte que compiten en dos concursos dotados con importantes premios en metálico.