Mequinenza rinde homenaje a Jesús Moncada en el 20 aniversario de su fallecimiento con un reivindicativo y emotivo acto en el que se entrelazaron literatura y música.

En el transcurso del mismo se anunció la puesta en marcha de “Sirgant Moncada”, dirigida a los centros educativos de la localidad, después de que el Gobierno de Aragón no haya convocado el programa “Jesús Moncada” de promoción del catalán en las aulas.

Junto a las ruinas de la casa de Jesús Moncada, en el Poble Vell —el antiguo núcleo urbano de Mequinenza, desaparecido por la construcción del embalse de Riba-roja—, se ha rendido homenaje al escritor el día en que se cumplen 20 años de su fallecimiento. Numerosos vecinos, representantes institucionales y entidades culturales han participado en una ceremonia literaria y musical que ha celebrado la figura del autor, considerado uno de los grandes narradores en lengua catalana de la literatura contemporánea.

El acto ha comenzado con una pieza titulada Fa molts anys hi havia un poble, compuesta por Batiste Estruga e interpretada por la Rondalla del Poble, que evoca la memoria de la antigua Mequinenza, sepultada por el embalse pero resucitada en la obra de Moncada. A continuación, Darío Vidallet, concejal de Cultura, ha dado la bienvenida a los asistentes y ha agradecido la implicación de las personas y entidades que han hecho posible el acto.

Ha explicado el desarrollo de la ceremonia, que “acabará cerrando la maleta en la que iremos depositando los libros de Jesús, simbolizando esa obligada mudanza y como homenaje a su legado literario, que guarda celosamente un trozo de nuestra memoria desaparecida bajo las aguas del Ebro y de quienes vivimos aquí”.

Además de la Rondalla, han participado en el acto el Coro de Mequinenza, que ha completado la parte musical, mientras que el Club de Lectura y el Grupo de Teatro Garbinada de la Asociación de la Mujer Mequinenzana “La Dona” han ofrecido lecturas dramatizadas de fragmentos de obras como Camí de Sirga o Històries de la mà esquerra. Cada intervención ha estado acompañada por un gesto simbólico: depositar uno de los libros del autor en la maleta, como tributo a su obra.

Uno de los momentos más emotivos ha sido el discurso del alcalde de Mequinenza, Antonio Sanjuán, quien ha querido subrayar la dimensión literaria y humana del escritor. “Jesús Moncada no fue solo un escritor reconocido —afirmaba—, fue un defensor tenaz de la memoria, de la lengua y de la dignidad de un pueblo.” También destacó la trascendencia de su obra: “Inmortalizó una Mequinenza que el progreso condenó a desaparecer, pero que él rescató del olvido y convirtió en literatura universal”.

Sanjuán ha recordado el valor de la lengua en la obra de Moncada, escrita en “el catalán de Mequinenza”, una elección que, en palabras del alcalde, “no fue casual, sino un acto de resistencia cultural, un compromiso con la verdad y con la tierra”, convirtiéndola en “un gesto valiente, clarividente y profundamente arraigado”. También ha reivindicado la vigencia del autor y su capacidad para “convertir en literatura el lenguaje de los cafés, de los llaüts, de los mineros y de nuestros abuelos”.

En un tono más crítico, Sanjuán ha lamentado la no convocatoria, este curso, del programa autonómico “Jesús Moncada” de promoción del catalán en las aulas, impulsado por el Gobierno de Aragón. “Los sustos con las lenguas propias de Aragón no se acaban nunca”, ha señalado. No obstante, ha anunciado que el Ayuntamiento pondrá en marcha una iniciativa propia similar de cara al próximo curso bajo el nombre “Sirgant Moncada”, dirigida a los centros educativos del municipio, “para seguir impulsando la difusión y el uso de nuestra lengua materna”. Un proyecto, ha dicho, que rinde homenaje “al espíritu combativo de Jesús y a su capacidad de ir contra corriente, como hacían los sirgadores del río”.

El alcalde ha concluido su intervención recordando que la obra de Moncada “nos hizo entender que lo que éramos, y lo que somos, también puede ser universal”. Tras sus palabras, se ha dado paso a la interpretación final conjunta del Coro de Mequinenza y la Rondalla del Poble de Ebre nostre, en la que también ha colaborado el público asistente, y con la que se ha cerrado el acto.

El homenaje ha servido no solo para recordar al escritor desaparecido hace dos décadas, sino también para reafirmar el compromiso del municipio con la lengua, la cultura y la memoria colectiva que Moncada supo transformar en literatura inmortal, y que ha convertido a la localidad en universal.