El primer fin de semana de febrero, las Fiestas de San Blas y Santa Águeda en Mequinenza son una celebración de gran arraigo y participación que ha perdurado a lo largo de más de tres siglos. Este evento, declarado de Interés Turístico de Aragón, ha sabido adaptarse a los cambios, como el traslado del antiguo núcleo urbano del “Poble Vell” a su ubicación actual en la década de los 70. En la actualidad, la organización de estas festividades corre a cargo de las comisiones de San Blas y Santa Águeda, formadas exclusivamente por mujeres.
Durante las celebraciones, uno de los momentos más esperados es la elaboración de las tradicionales coques. Preparadas de manera artesanal bajo una fórmula secreta que se transmite oralmente entre las comisiones, son todo un símbolo gastronómico de la festividad y otra muestra del patrimonio inmaterial de Mequinenza.
Lo más emblemático y lo más esperado de las Fiestas de San Blas y Santa Águeda son los espectaculares disfraces artesanales que los vecinos de la localidad elaboran a mano durante meses de intensa dedicación y esmero.
Todo ello se puede apreciar de cerca en los espectaculares concursos, en categoría infantil y adulto, que se celebran durante la festividad y que convierten a Mequinenza en un auténtico desfile de color y creatividad que atrae a visitantes nacionales e internacionales que buscan ser partícipes también de una experiencia única y singular.
Las Fiestas de San Blas y Santa Águeda pueden disfrutarse anualmente durante el primer fin de semana de febrero pero son mucho más que unas celebraciones. Son el resultado de un largo esfuerzo y una histórica tradición que mantiene vivo el espíritu con el que se celebraban en el Pueblo Viejo de Mequinenza, atesorando en la actualidad una gran herencia cultural y patrimonial transmitida de generación en generación.
En reconocimiento, fueron declaradas en 2018 como Fiestas de Interés Turístico de Aragón haciendo su presentación oficial en el stand de Aragón presente en la Feria Internacional de Turismo – FITUR.
